Milagros mundialistas. Hoy: Pablo Cavallero

Si hacemos una lista de las condiciones que tiene que tener un arquero para jugar el Mundial, probablemente Pablo Cavallero complete muy pocas de ellas. No tenía demasiada personalidad, no sacaba esa pelota que salvaba un resultado, no se destacaba por su juego con las piernas ni por ser penalero. Era un correcto atajador, siempre cobijado en los tres palos. Ayer lo vi comentando la lista de 30 en un programa de cable y me pregunté, indignado, qué autoridad tenía para opinar. Es cierto que él nos podría preguntar 'y ustedes, muertos, qué autoridad tienen para hablar de fútbol desde ese blog'. Y también tendría algo de razón. Estuvo en Francia 98 y fue titular en los tres partidos del 2002, pero, viéndolo a la distancia, creo que se trató de uno de los tantos milagros mundialistas.