Ojalá sea un pecho frío

Hace días que vengo pensando en esta escena. El gol número 34 de Messi en el Barcelona. Con el que rompió el récord de Ronaldo. El gol con el que se transformó en el goleador más importante del año.... y en como lo festejó.

Porque nadie reparó en eso, Messi estaba en uno de los momento más importantes de su vida y festejó como si fuese un 6 - 0 contra Douglas Haig de Pergamino. Veremos periodistas decir que no canta el himno con pasión, que no es épico como Palermo, que no putea como Maradona, pero nosotros sólo queremos que juegue bien. Los leeremos y los veremos criticarlo como lo hicieron en Alemania, porque para ellos, que pasan la mitad de su estadía en Sudafrica haciendo notas insultantes, hay que parecer más que ser.

A mi no me importa. Soy Riquelmista. Que ponga la cara que quiera, que se sienta como sea, que no se vea obligado por su agencia a decir "Aguante Argentina la concha de tu madre" porque se le nota forzado. Que haga goles, que juegue, que se divierta y que festeje.